Demandan estimulación constante y se aburren cuando no la reciben. Cuando se estimula a estos bebés con canciones, palabras, etc.… el nivel de atención es total.
Se aprecia memoria en las primeras semanas, capaces de recordar y reconocer lugares, personas, objetos. Algunos pueden reproducir canciones con menos de dos años.
Duermen menos y con mayor dificultad que los demás bebés, les cuesta mucho conciliar el sueño y tienen menor necesidad de este.
Se sobrestimulan con los juguetes típicos de cuna o carrito que giran o se mueven de forma constante.
Hipersensibles a olores, sonidos, texturas… son las primeras señales de la hipersensibilidad sensorial.
Aparecen las primeras palabras en torno a los seis meses y al año puede sostener una conversación.
También comienzan a caminar de forma precoz, sobre los 8 o 9 meses, casi siempre antes del año.
En general, suelen ser bebés muy hábiles a nivel motriz.
Se interesan muy pronto por letras y números.
Capaces de aprender por sí solos a leer antes de los cuatro años.
Se muestran desobedientes.
Intuyen rápidamente conceptos matemáticos como suma o resta en torno a los tres años.
Les fascinan los cuentos y nunca tienen suficiente.
Son bebés agotadores, movidos, curiosos, nunca parecen cansados.
El que un bebé muestre algunas de estas características no significa necesariamente que vaya a ser un niño o niña con altas capacidades, sin embargo, estos son algunos indicadores que los padres deben tener en cuenta a la hora de observar la evolución de su hijo y así tener más claridad sobre la posibilidad de que efectivamente, el niño lo sea. La detección temprana solo trae beneficios y nos ahorra muchas frustraciones, tanto a padres como a hijos.
Información muy útil sacada del periódico El País.
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